Lucía, una chica de 23 años, había sido detenida acusada de un asesinato producido esa misma noche cerca de su barrio. Álex, de 28 años, era el inspector encargado del caso con sus compañeros Gisela y Daniel. En la sala de interrogatorios, Álex comenzó a interrogarla sobre la razón por la que mató a Cristina. Lucía decía todo el rato que no había sido ella, pero se había encontrado una pulsera con su nombre cerca del cadáver de la víctima y estaban comenzando a analizar restos para encontrar ADN.
Gisela y Daniel observaban el interrogatorio intentando no interrumpir al inspector. Lucía finalmente, bajo las presiones, acabó confesando que Cristina había estado tonteando dos semanas atrás con el chico que le gustaba, Rubén, y que al ver que salía de casa por la noche con la música decidió matarla con una navaja que había tirado en una papelera cerca de donde había aparecido el cadáver. Álex notaba verdad y mentira en su cara pero finalmente le pidió a Gisela que la llevase a los calabozos.
Capítulo 2: Gisela
Lucía estaba en su celda cuando entró Gisela. Le dio las gracias por todo lo que había hecho por ella, matar a Cristina y decir que era culpable. Lucía le dijo que quería salir tal y como le prometió y quería los cuarenta mil euros. Gisela le dijo que eso finalmente iba a llevar su tiempo, pero que en menos de 48 horas lo tendría todo. Álex seguía analizando el caso y no entendía nada, ya que Cristina y Lucía no se conocían de antes. Daniel y él fueron a casa de Cristina para analizar sus objetos.
Daniel encontró una foto donde Cristina aparece con Gisela. Los dos corrieron a comisaria y apuntaron a Gisela. Ésta intentó dispararles pero no le dio tiempo. Gisela cayó muerta al suelo. Días después, Lucía fue trasladada a prisión por el asesinato de Cristina a pesar de que todo lo había planeado Gisela. Un caso complicado que había tenido una baja en el cuerpo de la policía.